sábado, 30 de abril de 2011

Libertad

+¡Hola!
-Hola...
+¿Qué te pasa?
-No me pasa nada, solo, que estoy enamorado
+Entonces ya se por qué estás así. Te contaré una historia:

En un día soleado, de hace no se cuantos años ya, había dos niños. Ambos estaban enamorados, no sabían cómo decirselo al otro.- Vámos a ponerlos nombre.- Angy y Jhon. Ambos, de unos dieciséis años de edad, querían decirle al otro todo lo que sentían...
-¿Cómo lo hicieron?

...-Espera, no te impacientes.-...Crearon unos pseudónimos, para que uno, no supiera el nombre del otro. Pero, el tiempo y ellos mismos hicieron que esos pseudónimos triunfaran, es decir, Jhon se enamoró del prototipo que Angy había creado y viceversa. La historia, en sí, no es feliz, pero si puedes extraer una pequeña moraleja:
+Nunca, nunca, dejes que tus sentimientos queden rezagados y escondidos detrás de una barrera. Libéralos.
-Vale, comprendo, entonces...quiero decirte esto: TE QUIERO, es una cosa imposible de parar, pero es así.
+Siento decirte, que esta historia, tampoco tiene final feliz. Yo, no siento lo mismo. Yo...no te quiero...te necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario