Felicidad

Esa felicidad que sientes con un sonido, un chasquido o una sola mota de polvo. Ese cosquilleo que recorre todo tu cuerpo que hace que te muevas, que tengasla necesidad de chillar y saltar como un loco. Esa sensación de libertad y de frescura. Una canción, un momento, un recuerdo. Todas esas cosas que sin ser nada para nadie, son mucho para ti.

Te evades de todo, olvidas tus problemas, la ignorancia en sí el mundo. Sin embargo al algo que te embarga que te lleva al más absoluto de los placeres, que hace que tu y tu ser os bifurqueis dando a lugar a un nuevo alma. Una forma muy curiosa de decir que tu cuerpo y tu mente se separan te evades de todo, absolutemente. Eres nuevo, rebelede, todo te importa nada.

Daño

Siento ese cosquilleo en mi piel, no se que podrá ser. ¿Será amor?¿Será llanto?Tardo horas en descifrar por qué estoy dándole mil vueltas a todo. Observo algo y lo descompongo en más de mil piezas intentando descubrir que me pasa. El amor o el odio. Cualquiera de las dos vale, sientes una pasión enorme. Piensas que son diferentes, pero en ambas tu sensación es bastante placentera, en ambas, te dejas llevar. No siento lástima, ni pena. Solo impotencia y rabia. Me río, pues ya descubrí que me pasa. Soy un cobarde, un piltrafa sentado en este mundo por arte divino.

Las palabras son dañinas, pero esta sensación lo es más, ya que piensas en todo, creas un universo totalmente paralelo a partir de una mota de polvo. Pero ya llegados aquí, de que sirve rendirse. Sigo hacia adelante sin sentir lástima ni de mí, ni de mi corazón.

Él

Quizás en este momento estés pensando, a qué fin voy a leer esto. Estáte muy atento:
En este momento quiero matar, odiar, aniquilar, quitar del mapa, estrangular, dejar sin aire, acuchillar. Todo esto por qué; muy sencillo, ¿has sentido esa sensación cuando alguien te saca del sitio en el que te encuentras? Si,seguro. Momento en el que cruzan la línea de los anormal a lo SUBnormal. La ira, las ganas de matar como se calman, muy fácil.
1- Coge lo primero que veas que te encanta, tienes dos opciones, ROMPÉRSELO en la cabeza o coger y motivarte con ello. Si esto no funcionase, lo último, lánzaselo a la cabeza, al menos te quedarás a gusto.
2-Pon música pues siempre se dijo que la música amansa a las fieras. Si esto no funciona, no te suicides, utiliza el sarcasmo, riéte de el en su mismísima cara.
Ahora por dentro siento un júbilo impresionante porque por fi, por fin ganas la guerra, sin sangre, aunque la deseas mucho.
Piensas en:
-Muerete.Esfúmate.Vete de mi vista. Cállete
O sino te cierro el pico de una santísima...bueno, ya sabeis lo que sigue. La verdad me río, me carcajeo. Bailo. Estoy escuchando "Lady Gaga" a las dos menos cuarto de la madrugada de un sábado. Todo esto que escribo es una maldita reflexión, pero es que me siento tan a gusto, que me da pena parar de escribir. Me siento genial, es una libertad infinita el no tener que jurar en hebreo mientras que el gilipollas este de turno (lo siento por el lenguaje soez...) se regodea en su propia mierda.

Quizás no sea mejor que el, poro qué mas me da, para mi nadie es mejor que yo. Llamarme egocéntrico, narcisista, ególatra, capullo, chulo...mil cosas, me va a dar igual. Como se dice coloquialmente "me la suda".
Pero con todo esto quiero decir: NO OS CORTEIS NUNCA,NUNCA, UN SOLO PELO, decid todo lo que se os venga a la mente aunque sean palabra que ni existen, desconcertar a la otra persona, mandarla a la más putrefacta mierda a ver si ya, de una puta vez cierra el pico y se muere.

Amor

Llega ese día; el día de los enamorados. Te sientes eufórico y ¿por qué? ¿qué encierra esa celebración? Nada. Solo un espíritu consumista digno de una sociedad capitalista. En ese momento te das cuenta de que el amor ya no es un sentimiento, sino un negocio. Pero, en el momento que te das cuenta de que el amor no es un negocio, comienzas a sentir un algo fantástico. Una sensación nueva, misteriosa. Esas cosquillas en el estómago.Esas sonrisas bobas y que te salen solo al ver a esa cierta persona. Pero, en sí, esta celebración no es consumista desde siempre. Es más, ya los viejos latinos celebraban "Las Lupercales". Fiestas que conmemoraban al dios Luperco; dios de la fertilidad. Y sí, os preguntareis, ¿Luperco? Si, en la Roma clásica estaban Luperco y Venus. Pero no nos salgamos de nuestro pequeño mundo de amor y negocio paralelos.

Seguimos un instinto, protegernos en alguien que creemos que nos completa.

Reloj

Suena y suena. Aquel ridículo y minúsculo sonido. ¿Qué es? Es el tiempo evadiendose de la realidad. ¿Por qué? Ya no soporta ser otra marioneta más de esta vida tan cruel. Corriendo avanza con su rítmico sonido. No a todos su melodía agrada, pero no es la melodía lo importante. Lo importante es su interior. Engranajes, pila... son el corazón de esta arma tan singular. De pronto, se para. ¿Será el final del mundo cómo le conocemos?

Tú

Ya era hora de sentir aquellos exquisitos besos recorriendo mi espalda. El hormigueo intenso de una noche de placer y lujuria. Entre caricias y gemidos excitantes tu voz se deshacia. Mis ojos se clavaban en tus pequeñas pupilas. Nos mirabamos deseosos de gozar, de fundirnos en una sola alma. Querer liberar nuestra vida de la opresión del no, decir si, "oui", "yes" querer ser libre, VIVIR.

Por fin, por la mañana, cansados, desperezabamos el cuerpo aletargado por la pasión desenfrenada de la noche anterior. Hora de trabajar. Ver caras nuevas, deslumbrar al mundo con mil cosas nuevas. Ver pasar las horas mientras conduces por una solitaria carretera. Almorzar. Sentir la brisa fresca del norte. Respirar. Tener la neceistdad de querer. Una vez más ya es hora de volver, volver a los sentimientos de siempre. Tu casa, tu felicidad, tu relajación.

Pero esta noche, no es como las habituales. Te sientas, coges un cigarrillo, le enciendes, empiezas a dar caladas. Sientes que un humo extraño invade tus pulmones. Te sientas, quizás por cansancio, o simplemente por saltarte todo aquello que es habitual. Coges tus cascos. Pones tu "Ipod" y comienzas a oír todas aquellas canciones que, olvidadas como el agua en verano, te recuerdan momentos de júbilo, amor y desenfreno adolescente. Te ries. Suspiras pensando en aquellos tiempos tan maravillosos en los que, solo te preocupaba saber quien te quería más.

De repente, tu vida se para, el silencio se irrumpe por la música melódica de aquella canción. Vuestra canción. Tus ojos comienzan a verse vidriosos. Llegan a tí pequeñas lágrimas. Te acuerdas de aquellos momentos, dolorosos, quién sabe, o solamente nostálgicos en los que vosotros estábais frente al mar, con los pies sobre la arena blanca y fina de aquella pequeña cala. Repentinamente de tu corazón brota una enorme carcajada. Ries entre sollozos preguntándote el por qué de estar así. Justamente después tu móvil suena, es ella. Miras fíjamente el móvil, te estremece el saber que ella ya no está. Contestas. Oyes un llanto armonioso. Te sientes mejor, no sabes por qué.

Habláis. Dicutís quizás. Esa noche, rememoras todo, lo bueno, lo malo, lo mejor, lo peor. Ella igual. Ocho de la mañana. No quieres salir. Quieres quedarte, en tu mundo. Pero con un pequeño sobresalto lees el pequeño mensaje que ella te manda. Sonries, lloras. Te vistes, sales corriendo, nervioso. Y te la encuentras delante del portal con un ramo inmenso de rosas que, caen al suelo bruscamente. Os abrazáis, sentís aque aroma puro, fresco. Os besáis. Prometéis no volver a cometer estupideces de adolescentes. En ese momento todo, todo vuelve a ser como antes.