miércoles, 14 de julio de 2010

perfection.


Quisiera ser libre. Ahogar mis penas volando. Ser aire que respiran los demás, ser llanto que los demás ansían. Quisiera ser un abrazo, un beso quizás, pero lo que de verdad ansío es ser una mirada. Eso que todo dice, eso con lo que se descubre una verdad o se encuentra una mentira, o esa con la que incluso encuentras el amor. Quizás es eso lo que en verdad busco, el amor, alguien que siempre sepa como estoy, que sepa en cada momento qué decirme, cómo consolarme, que en cada momento sepa darme el beso que me alegre el momento.
Quiero que esos besos hagan que el tiempo pare, que las sonrisas congelen en aire, que las miradas prendan el pecado, que el pecado sea paraíso extremo y que la vida se viva como la muerte, fría, calculadora y vana. que los besos se fundan en placeres, que los placeres sean imposibles de alcanzar, mientras que los besos, tanto dulces, falsos, amargos, de café, de cacao, de tabaco... Mientras que estos sean placenteros serán válidos,ya que serán imposibles. La imposibilidad es perfección, y la perfección es vida. Por lo que la vida es perfectamente imposible de besar, qué cosas son las que nos pasan por la cabeza, cientos de ideas que no comprendemos. Leer esto es romper esquemas, es no entender que escribo, es desahogar mis penas o incluso decir mis alegrías, pero es que estos besos que describo son en verdad la vida que nos llena a todos de imposibilidad y de imperfección.

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