miércoles, 9 de febrero de 2011

Amor

Llega ese día; el día de los enamorados. Te sientes eufórico y ¿por qué? ¿qué encierra esa celebración? Nada. Solo un espíritu consumista digno de una sociedad capitalista. En ese momento te das cuenta de que el amor ya no es un sentimiento, sino un negocio. Pero, en el momento que te das cuenta de que el amor no es un negocio, comienzas a sentir un algo fantástico. Una sensación nueva, misteriosa. Esas cosquillas en el estómago.Esas sonrisas bobas y que te salen solo al ver a esa cierta persona. Pero, en sí, esta celebración no es consumista desde siempre. Es más, ya los viejos latinos celebraban "Las Lupercales". Fiestas que conmemoraban al dios Luperco; dios de la fertilidad. Y sí, os preguntareis, ¿Luperco? Si, en la Roma clásica estaban Luperco y Venus. Pero no nos salgamos de nuestro pequeño mundo de amor y negocio paralelos.
Seguimos un instinto, protegernos en alguien que creemos que nos completa.

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